Construidos en madera y vidrio, los invernaderos tienen el objetivo de proporcionar un clima tropical artificial, semejante al hábitat natural de la planta. Adicionalmente, con la utilización de métodos como la abertura de claraboyas, el encalado y el riego respectivamente, el cultivador tiene la posibilidad de controlar la temperatura, la humedad y la luminosidad, haciendo posible así la producción continua del fruto a lo largo de todo el año.
Estos invernaderos tradiciones son los que hacen posible la producción de la Mejor Piña del Mundo.